Y es verdad, a casi todos nos gusta esta infusión con aroma y sabor tan particulares, pero aunque es una bebida beneficiosa que nos ayuda a mantenernos alertas y despiertos, es necesario saber que no se debe tomar con el estómago vacío, sobre todo en la mañana.
El café negro, en la mañana, incrementa la producción de ácido clorhídrico en el tracto digestivo. Si usted padece de gastritis, sabrá a qué nos referimos.
Este ácido, dificulta la digestión de los alimentos e impide que las proteínas se descompongan y se absorban de manera completa, lo que puede provocar inflamación, irritación y un malestar estomacal o intestinal.
Es por eso que muchos expertos advierten sobre el consumo de café en ayunas, y sin ingerir ningún tipo de alimento. El café aumentará al mismo tiempo los niveles de cortisol, lo que demandará un esfuerzo adicional al estómago para lograr llevarlas a niveles normales.
El cortisol cumple con la función de controlar nuestro reloj biológico y hace que nos mantengamos despiertos, pero el exceso teniendo el estómago vacío hará aumentar los niveles de ácido en el estómago provocando distención abdominal, irritación, dolor e incluso náuseas y vómitos.
Como vemos, el café puede ser beneficioso, pero al mismo tiempo, si se lo bebe con el estómago vacío podríamos generar un malestar que tal vez arrastremos el resto del día.
De modo que antes de su café matinal, beba alguna otra infusión o si tiene por costumbre desayunar con café, agréguele un poco de leche o un trocito de manteca para suavizar los efectos nocivos de beberlo en ayunas
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